A finales de noviembre de 1915 la 10ª División Irlandesa seguía en su expuesta posición en las montañas de Kosturino en unas condiciones atroces. Vista la situación el Alto Mando decidió ordenar una retirada una vez las fuerzas francesas apostadas a la izquierda del frente completaran la suya.
Los búlgaros en cambio tenían otros planes y antes de que se pudiera llevar a cabo la retirada lanzaron un ataque masivo el 7 de diciembre. Según escribió Ledwidge:
“Los búlgaros se abalanzaban sobre nosotros como moscas y aunque segábamos línea tras línea de sus ataques, siguieron insistiendo y finalmente hicieron una carga con bayonetas que les dio la victoria. Solo teníamos 200 yardas para poder escapar y tuvimos que mantener esta posición hasta la noche siguiente para después huir como pudiéramos”.

Los Aliados no tuvieron más remedio que planificar una retirada en dirección a Salónica en durísimas condiciones. Aún así Francis aún tuvo tiempo de ir escribiendo poemas inspirado en el entorno. Y cuando tras días y días de marcha apenas quedaban unos kilómetros para llegar al punto final, la espalda de Francis dijo basta. Estaba tan inflamada que no podía mantenerse en pie. Una semana después era evacuado al hospital Giza, en El Cairo. Tras semanas de tratamiento sin avances fue trasladado a Helwan, donde los médicos esperaban que los baños de azufre le hicieran mejorar. Al no haber ninguna mejoría fue trasladado de nuevo y aquí dio con un médico que conocía las obras de Dunsany y que se interesó mucho en Songs of the Fields. El médico además prometió hacer las gestiones para trasladarlo a un hospital de Inglaterra y los ánimos de Francis cambiaron enormemente. En una carta a Dunsany de marzo de 1916 le explicaba sus nuevas esperanzas y la acompañaba con un poema dedicado a la muerte de Ellie.
My true love still is all that’s fair,
She is flower and blossom blowing free,
For all her silence lying there
She sings a spirit song to me.
New lovers seek her in her bower,
The rain, the dew, the flying wind,
And tempt her out to be a flower,
Which throws a shadow on my mind.
En la siguiente carta a Dunsany ya le informaba de su llegada a Manchester. Era el 20 de abril de 1916. Ese mismo día, Lunes de Pascua, comenzó con tranquilidad en Dublín hasta que unos hombres armados tomaron varios edificios, sobre todo la Oficina de Correos. Era el comienzo del Alzamiento de Pascua.
Las noticias del Alzamiento le llegaron a Francis en el hospital de Manchester. Teniendo siempre en su corazón su pasado de Voluntario Irlandés, las noticias le causaron gran agitación primero y gran pesar después cuando supo de las ejecuciones de los líderes de la revuelta. El 4 de mayo Ledwidge por fin recibió el alta y se dispuso a viajar directamente a casa, pero debido al Alzamiento estaban suspendidos todos los servicios de pasajeros a Irlanda y tuvo que quedarse en Manchester en casa de su hermana Mary. Ese mismo día recibió una carta de Bob Christie y se puso a contestarle de inmediato. Además de contarle todo lo sucedido al batallón desde la herida de Christie, también le confesó cómo aún lamentaba la muerte de Ellie.
Finalmente el 10 de mayo Francis por fin pudo viajar y su llegada a Slane fue toda una sensación local. Una de las cosas que más recuerda Joe del regreso de su hermano fue el momento en el que le leyó a su madre y a él el poema que había dedicado a Thomas MacDonagh, uno de los líderes del Alzamiento ejecutados.
Thomas McDonagh
He shall not hear the bittern cry
In the wild sky, where he is lain,
Nor voices of the sweeter birds,
Above the wailing of the rain.
Nor shall he know when loud March blows
Thro’ slanting snows her fanfare shrill,
Blowing to flame the golden cup
Of many an upset daffodil.
But when the Dark Cow leaves the moor
And pastures poor with greedy weeds
Perhaps he’ll hear her low at morn
Lifting her horn in pleasant meads.

Como se puede ver Ledwidge había comenzado a utilizar el estilo irlandés de rima llamado aicill, rimando el final de un verso con la mitad del siguiente. Es además según John Drinkwater “la primera demostración de Ledwidge de una profunda técnica lírica”. Días después Ledwidge visitaba Dublín para ver los estragos de la revuelta y escribía el siguiente poema:
‘O’Connell Street’
A Noble failure is not vain
But hath a victory of its own
A bright delectance from the slain
Is down the generations thrown.
And, more than Beauty understands
Has made her lovelier here, it seems;
I see white ships that crowd her strands,
For mine are all the dead men’s dreams.

Francis trató de volver a su vida normal durante el permiso, pero sus amigos le veían más serio. Había perdido toda ilusión sobre la guerra. Tampoco hizo ningún intento de ver a Lizzie. La sombra de Ellie seguía flotando sobre él y más aún ahora estando en los paisajes en los que la conoció.
Ledwidge tenía que presentarse en el cuartel de Derry el 18 de mayo, pero debido al retraso sufrido por la falta de transporte, consideraba que tenía derecho a un aplazamiento. Se presentó en el cuartel de Richmond, pero el oficial con el que habló rechazó el aplazamiento e hizo algún comentario ofensivo sobre el Alzamiento. Francis contestó airado y el tono de la conversación se fue elevando. El oficial le dijo que informaría al cuartel de Derry de su comportamiento.
De camino al norte y aunque llegaba tarde Francis decidió hacer una parada en Belfast para visitar a Christie. Christie también estaba totalmente desilusionado con la guerra y le sugirió que tratara de conseguir que le licenciaran por motivos médicos. Acordaron un código para evadir la censura. Si lo licenciaban, Francis escribiría: “buenas noticias para Mollie”.
De vuelta en el cuartel, por el momento a Ledwidge se le asignaron trabajos ligeros hasta ver el estado de su espalda. Se celebró un consejo de guerra por su retraso en volver y los comentarios al oficial y perdió el rango de “lance corporal”. Francis llegó a escribir un poema sobre el episodio:
After Court Martial
My mind is not my mind, therefore
I take no heed of what men say,
I lived ten thousand years before
God cursed the town of Nineveh.
The Present is a dream I see
Of horror and loud sufferings,
At dawn a bird will waken me
Unto my place among the kings.
And though men called me a vile name,
And all my dream companions gone,
Tis I the soldier bears the shame,
Not I the king of Babylon.
En Derry al menos podía volver a contar con la compañía de Lord Dunsany, que como habitualmente le cedió una habitación en su casa para trabajar. Hicieron una selección de los poemas escritos en los últimos meses hasta quedarse con treinta y nueve. Esta vez eran muy autobiográficos y viendo algunos de los títulos se puede seguir el itinerario de guerra de Ledwidge: At Sea, In Serbia… Pero son poemas en los que la guerra solo está de fondo. Y es que en realidad Francis Ledwidge no es exactamente un Poeta de la Gran Guerra como Sassoon o Owen. Es un poeta EN la Gran Guerra, cuyos temas son la naturaleza y el amor. Hasta el título de esta selección reniega de esa etiqueta: Songs of Peace.
En diciembre de 1916 comenzaron preparativos para una nueva gran ofensiva en el Frente Occidental que rompiera la situación de bloqueo. Hacían falta todos los hombres disponibles, así que en el cuartel de Derry pronto se intensificó el adiestramiento. Ledwidge escribió a Christie que no habría “buenas noticias para Mollie”. Se concedió un permiso a las unidades que irían a Francia y Francis se puso en camino a Slane. Tras unos días allí, Joe, el hermano de Francis, mientras una tarde volvía a casa vio pasar un coche y en él vio a Francis. El coche no se paró ni Francis le dijo nada. Días después Francis le escribió disculpándose y explicándole que no quería una dura despedida. Una semana después embarcaba para Francia.
El primer destino de la unidad de Francis fue Picquigny, al noreste de Amiens. Fue un invierno especialmente duro en el Frente Occidental, con temperaturas bajo cero durante casi tres meses. Entre aquel paisaje desolado Ledwidge recibió una sorpresa: una carta de la periodista, escritora y poeta Katherine Tynan, que había escrito una reseña favorable de Songs of the Fields. Además de sus contactos literarios tenía un hijo en el frente, así que sus simpatías por Francis eran obvias y aquí se inició una intensa correspondencia entre ambos. Francis continuó escribiendo y por ejemplo volviendo al estilo de rima del aicill, escribió un largo poema sobre el Alzamiento de Pascua, The Dead Kings.
All the dead kings came to me
At Rosnaree, where I was dreaming,
A few stars glimmered through the morn,
And down the thorn the dews were streaming.
And every dead king had a story
Of ancient glory, sweetly told.
It was too early for the lark,
But the starry dark had tints of gold.
I listened to the sorrows three
Of that Eire passed into song.
A cock crowed near a hazel croft,
And up aloft dim larks winged strong.
And I, too, told the kings a story
Of later glory, her fourth sorrow:
There was a sound like moving shields
In high green fields and the lowland furrow.
And one said: ‘We who yet are kings
Have heard these things lamenting inly.’
Sweet music flowed from many a bill
And on the hill the morn stood queenly.
And one said: ‘Over is the singing,
And bell bough ringing, whence we come;
With heavy hearts we’ll tread the shadows,
In honey meadows birds are dumb.’
And one said: ‘Since the poets perished
And all they cherished in the way,
Their thoughts unsung, like petal showers
Inflame the hours of blue and grey.’
And one said: ‘A loud tramp of men
We’ll hear again at Rosnaree.’
A bomb burst near me where I lay.
I woke, ’twas day in Picardy.

Una semana después los Inniskillings se trasladaron al campamento de Carnoy y el 26 de enero comenzaron el camino al frente. A partir de Ginchy se acababan las carreteras y tenían que avanzar por caminos de madera construidos sobre el barro y que eran la única manera de hacer practicable el terreno. La nieve que había en estos caminos de madera se helaba tras ser pisoteada, dificultando enormemente avanzar con toda la carga que llevaban encima los soldados.
En febrero de 1917 los alemanes comenzaron una retirada estratégica para consolidar su línea y se ordenó a los Inniskilling avanzar hasta La Neuville. A finales de marzo continuaron hasta Arras. La ofensiva finalmente comenzaría aquí el 9 de abril y Ledwidge y sus compañeros tuvieron que colaborar en los preparativos, incluido el acarreo de ingentes cantidades de munición de artillería.
El primer día de la ofensiva, mientras Edward Thomas moría a poca distancia, Ledwidge permaneció en reserva. La ofensiva fue bien para los Aliados a pesar de un tiempo inclemente, con nevadas en pleno abril. El 13 el tiempo mejoró, la nieve se deshizo y el terreno se convirtió en un lodazal. La unidad de Francis fue enviada de apoyo al este de Monchy-le-Preux, donde los famosos Diez de Monchy estaban llevando a cabo su proeza.
En una carta a Katherine Tynan del 31 de mayo Francis le narraba la situación habitual de aquellas semanas, haciendo un vívido relato de una noche típica, desoladora y apocalítpica, pero a la vez plena de una belleza surrealista:
“Le habría escrito para agradecerle los dulces, pero últimamente no estamos muy asentados y vagamos de la línea del frente a las zonas de descanso que hay justo detrás. La fecha de esta carta es de dos horas antes, pero antes de medianoche puede que estemos vagando en una lenta fila india, con la trinchera de reserva a entre doscientas y trescientas yardas de la trinchera de primera línea. Entrar y salir de la línea es muy emocionante, ya que solemos estar a unas treinta yardas del enemigo y no puede ni imaginarse lo brillantes que son las noches por el fuego de sus cohetes. Están continuamente ascendiendo y descendiendo desde el anochecer hasta el amanecer, dibujando un hermoso creciente desde Suiza hasta el mar. Hay luces blancas, verdes y rojas y otras mucho más blancas que explotan y cambian al rojo y vuelven a cambiar, y azules que cambian a violeta y rojos que se desvanecen hacia el verde. Es como el fin de un mundo hermoso. Solo es horrible cuando recuerdas que cada color es una señal para refuerzos que están a la espera o para la artillería y que Dios nos ayude si nos pillan en campo abierto, porque entonces lanzan mil cohetes rojos y cientos de fusiles y ametralladoras nos disparan, además de proyectiles de artillería de todo calibre que gritan destrucción y muerte. No podemos hacer nada más que arrojarnos al cráter más cercano y preguntarnos dónde nos alcanzarán mientas esperamos”.
En los ratos de descanso trabajó en uno de sus poemas más largos, Lanawn Shee, en el que habla del poeta encontrándose con la Musa Gaélica. En uno de los momentos de trabajo con el poema tuvo un sueño tan vívido de Ellie que creyó que anunciaba su muerte. El poema acaba así:
From hill to hill, from land to land,
Her lovely hand is beckoning for me,
I follow on through dangerous zones,
Cross dead men’s bones and oceans stormy.
Some day I know she’ll wait at last
And lock me fast in white embraces,
And down mysterious ways of love
We two shall move to fairy places.
A primeros de julio la unidad de Ledwidge se puso en marcha de nuevo. Cruzaron la frontera con Bélgica. Su destino era el Saliente de Ypres. El 12 de julio, tras tanto silencio, escribió una carta a Lizzie:
“Te sorprenderá que tengas noticias mías después de un silencio de casi tres años. Te escribo porque he estado soñando contigo y me ha preocupado. Espero que nada afecte tu cuerpo o tu alma.
El paisaje de la turbera debe ser precioso ahora. Qué suerte tienes de vivir en paz y calma en un lugar donde los pájaros aún cantan y el campo va vestido de su traje de confirmación. Aquí la tierra ha sido destruida por cráteres y los bosques son como esqueletos y cuando vas a un pueblo lo encuentras lleno de gente sin hogar lamentando la pérdida de lo que fue una bonita casa. Mientras escribo esto hay una gran batalla a mi izquierda y si llega a esta parte del frente estaré disparando como un loco.
Por favor, querida Lizzie, envíame alguna flor de la turbera, recogida especialmente para mi. Puede que vuelva a casa pronto. De hecho estoy deseando que me dejen volver a casa. Por Dios que sea pronto”.
Tres días después comenzó el bombardeo preliminar que dio inicio a la Tercera Batalla de Ypres. Una mañana, durante una pausa en el bombardeo Francis oyó a un petirrojo cantar y esto inspiró el poema Home.
A BURST of sudden wings at dawn,
Faint voices in a dreamy noon,
Evenings of mist and murmurings,
And nights with rainbows of the moon.
And through these things a wood-way dim,
And waters dim, and slow sheep seen
On uphill paths that wind away
Through summer sounds and harvest green.
This is a song a robin sang
This morning on a broken tree,
It was about the little fields
That call across the world to me.
La última semana de julio el tiempo se volvió lluvioso y el campo de batalla se convirtió en un barrizal. El 31 de julio fue la fecha fijada para la ofensiva. A las 3:50 de la mañana centenares de miles de hombres se lanzaron contra las líneas alemanas para nuevamente fracasar. El bombardeo de semanas apenas había hecho nada en las posiciones alemanas.

Francis se había librado de participar en el ataque al estar su unidad en reserva, pero no por ello estaba en una situación menos arriesgada. Su unidad llevaba desde primera hora tendiendo caminos de madera para ayudar a los atacantes a una milla al noreste de Hell Fire Corner, un punto que recibía ese nombre por estar muy expuesto a la artillería alemana. Por la tarde cayó una fuerte tormenta, pero el trabajo de construir caminos no podía suspenderse. De repente las baterías alemanas abrieron fuego y acertaron en la posición de Ledwidge.

Uno de los primeros en llegar en auxilio fue el Padre Devas, capellán de la unidad. Mirando entre los cadáveres limpió el barro de uno de los discos de identificación y descubrió la triste realidad. Esa noche anotaba en su diario:
“31 de julio de 1917. Ledwidge muerto, hecho pedazos. Ayer se confesó y esta mañana había comulgado. R.I.P.”
A los pocos días el Padre Devas escribía a la madre de Francis:
“4 de agosto de 1917
Estimada Sra. Ledwidge,
No sé cómo narrarle la muerte de su querido hijo Francis. Además de sus increíbles dones era un muchacho encantador y le quería mucho. Manteníamos muchas conversaciones y me leía sus poemas. Murió el día de San Ignacio de Loyola. Se confesó la noche antes de morir. La mañana del 31 fue a misa y comulgó. Esa tarde mientras estaba con un pelotón de trabajo un proyectil de artillería cayó muy cerca de ellos y mató a siete e hirió a doce. Francis murió al instante así que no sufrió. Quiero pensar que Dios se lo llevó antes de que el mundo le estropeara con sus alabanzas y que ha encontrado mucha más alegría y belleza que la que podría haber encontrado en la tierra. Que Dios le otorgue Su consuelo y que Su Santa Madre rece por usted. Celebraré una misa en honor de Francis en cuanto sea posible”.
Francis Ledwidge fue enterrado en el cementerio de Artillery Wood, zona 2, fila B, número 5.

Dunsany escribió la elegía a Ledwidge a su manera en una imaginativa historia titulada The Road. Tres meses después de la muerte de Francis se publicaba Songs of Peace. De nuevo recibió excelentes críticas y las ventas aumentaron al tratarse de “un soldado poeta caído en la guerra”. Otro poeta, John Drinkwater, reaccionó airado a esta mercantilización:
“La continua insistencia, no en que su devoción es espléndida, sino en que depende de nosotros que su devoción brille espléndidamente, es despreciable. Ledwidge murió como un héroe, eso puedo afirmarlo con profunda reverencia. El que muriera por mi es algo que solo puedo recordar en una profunda desolación y silencio. Pero su poesía me eleva, y su muerte no. Y deberíamos tener presente este simple hecho, que cuando murió el poeta no sufrió una transfiguración, murió, y su poesía no fue magnificada, sino reventada nada más florecer… Para los que saben lo que es la poesía, la muerte de un hombre como Ledwidge es una completa calamidad”.
Unos meses después Dunsany recopiló otros treinta y tres poemas y los envió a Jenkis. Se publicaron en 1918 con el título Last Songs. Esta colección continúa el camino del poeta y registra su cambio de actitud ante el ejército. Y en 1919 se publicó Complete Poems, un total de 122.
Los libros de Ledwidge se siguieron vendiendo bien en décadas posteriores, y ello a pesar de entrar en juego la política de resentimiento y revanchismo de Irlanda. Francis había sido un nacionalista y un sindicalista, pero también había luchado en las filas del Ejército británico, así que a ojos de ciertos sectores era un traidor. Si hubiera sobrevivido a la guerra, como tantos otros miles de soldados habría sido recibido en Irlanda con suspicacias y hostilidad después de haber partido de allí como un héroe y haber combatido en tres de los frentes más duros de la guerra padeciendo todo tipo de penalidades.
A pesar de eso en septiembre de 1962 se inauguró una placa en su honor en Slane en el puente del Boyne. Quizás en la inauguración alguien recordó estos versos de Francis:
Methinks I see the music like a light
Low on the bobbing water, and the fields
Yellow and brown alternate on the height,
Hanging in silence there like battered shields,
Lean forward heavy with their coloured yields
No es el único monumento a Francis Ledwidge. En 1998 se inauguró en Artillery Wood, donde reposan sus restos, un monumento en su honor. No hubo presentes autoridades de Irlanda pero sí un buen número de la población local, autoridades locales, el poeta irlandés Dermot Bolger y Joe Ledwidge, el único hijo de Joe, el hermano de Francis. Asimismo, la casa de los Ledwidge en Slane se ha convertido en un pequeño museo impulsado por entre otros Pearl Baxter, sobrina de Ellie Vaughey.
